La Técnica metamórfica es una sencilla herramienta para aquellas personas que necesitan abordar un proceso de cambio en su vida.
Mediante esta práctica, basada en la aplicación de suaves presiones sobre las llamadas áreas de reflejo espinal en los pies, las manos y la cabeza, el individuo va disolviendo sus propios bloqueos energéticos arraigados a un nivel profundo.
Para Robert St. John, naturópata y reflexólogo británico, y creador de esta técnica, el origen de estas tensiones y bloqueos se encuentra en el periodo prenatal. Desde el momento de la concepción y a lo largo del periodo de gestación se configuran nuestras estructuras físicas, mentales y emocionales estableciéndose patrones de comportamiento que nos acompañarán toda la vida.
Mientras trabajaba con niños discapacitados descubrió, de una forma intuitiva, que la aplicación de ciertas manipulaciones en la zona de la columna vertebral, a nivel reflejo, en pies manos y cabeza, producía cambios profundos a todos los niveles.
Relacionó cada zona de la columna vertebral con una etapa prenatal. Según en qué momento del desarrollo se haya producido el bloqueo energético, las consecuencias serán diferentes.
Algo tan común como sentirse estresado, perdido, agobiado en situaciones de cambio, bloqueado, atrapado por la rutina, no ser capaz de afrontar determinadas situaciones o simplemente sentir una necesidad de cambio que nunca llega a producirse, pueden ser indicadores de bloqueos energéticos que se expresan en nuestra vida cotidiana.
La “metamorfosis” se explica como una autotransformación que realiza el individuo, de forma natural, accediendo a su interior, un cambio que le conecta con su potencial innato. Por eso el terapeuta no se implica, ni crea expectativas, actúa simplemente como catalizador del movimiento de cambio de la persona.
Es una técnica beneficiosa para niños, especialmente aquellos con problemas de aprendizaje, bebés, mujeres embarazadas, adolescentes con dificultades o cualquier adulto que necesite dejar fluir su energía.